lunes, 26 de mayo de 2008

El exilio de las especies . . .


escrito por Pablo Diaz D'angelo
Monday, 26 de May de 2008
Finalmente, salió el cuarto disco de Intoxicados, con el propio Pity interviniendo en la producción y con letras auto-referenciales.
"Tengo muchas ganas de escribir / pero, no se me ocurre nada". Parafraseando al mismo Pity Alvarez, pero con fundamentos, “El exilio de las especies (Thend)” es el demorado cuarto álbum de Intoxicados, sucesor de “Otro día más en el planeta Tierra” cuya venta superó las 60 mil copias. Y porque claro, sobre gustos no hay nada escrito, en la línea de creer en el fin de la Humanidad, a fuerza de convocatoria e identificación, tras ubicar canciones como “Nunca quise”, “Fuego” o “Está saliendo el sol” en el inconsciente colectivo del rock vernáculo, se tomaron su tiempo para tener nuevos temas en la calle.
Diviendo las aguas, en primer plano, las canciones de “El exilio...” conservan los matices de los dos anteriores “Otro día...” y “No es sólo rock and roll” con baladas mid tempo (“Casi sin pensar” o “Quién soy”) aunque con severos arreglos musicales y en las voces más ese hip hop de monoblock, irreverente (“Comandante”), del que Pity parece ser el precursor. Es una especie de Sid Vicious latino, considerado de los compositores más auténticos en la actualidad.
En realidad, la vida personal del músico no tiene nada que importarle a los escribas a la hora de juzgar un disco (jugadores al pasto, hinchas a la tribuna, periodistas al papel) pero en el caso del líder de Intoxicados lo privado, lamentablemente, no puede pasar desapercibido porque influye en su manera tóxica de describir historias. La forma personal de componer lo expone en canciones como “Mayonesa” (acompañado por una dulce voz femenina) donde no se entiende (o no se quiere entender) lo que intenta decir. En sintonía funk dance, contiene versos que confunden alusiones entre las viandas explosivas que hay en su depto en Lugano o su puta adicción a la pasta base. A “Pila, pila” la dejaron sin batería. Es su carta de presentación. Tiene muchas ganas de escribir algo y no se le ocurre nada, intenta lo que le sale y le aseguran el éxito a la fuerza. Payando: “Y vos que me decías que siempre tocaba la guitarrita, que nunca iban a triunfar mis temas, y mirá ahora cómo suenan...” se jacta de ser un gran creador de hits, dedicando la frase a su padre, mujer, y a todos en general en la postura de antihéroe.
Intoxicados se da el gusto de tributar a James Brown en “Jaime Marrón” sin olvidarse del infaltable reggae desgarvado en “Un secreto” y del pasado de Viejas Locas con “Me vuelvo al sudeste”. “Quién soy” (con infernales arreglos vocales como casi todo el álbum) es la más prolija en los sonidos, mientras su letra desgarradora se apoya en cuerdas como varios otros tracks del álbum. Tampoco pueden esquivarse las do la re o fa de “El Salmón” para crear la mid tempo “Casi sin pensar” (huele a hit) y “Noche con amigos” (la mejor del disco) que más que a Andrés podría pertenecerle a Rot.
El packaging de “El exilio de las especies” tiene dos ediciones (standard y de lujo), y Pity aprovechó también para meter mano en la producción (y se nota) de lo grabado en los Estudios El Pie. Fragmentos como “Casi sin pensarlo”, “Tengo muchas ganas... y no se me ocurre nada”. “Hace tiempo... no sé quién soy” expresan los efectos secundarios de un personaje autodestructivo con escaso sentido de la vida (“... me la regalaron, la muerte en cuotas voy pagando”), vaticinando constantemente el final de sus días y de los humanos. Luca’s bohemian, su aspecto incorregible y desalineado, más la crudeza de sus sonidos y letras en carne viva ubican este disco experimental como el más demandado por los fanáticos en la carrera de Intoxicados y tal vez, con poquito, tenga éxito. La incondicionalidad es así...

No hay comentarios: