Segunda carta abierta a la presidenta de la nación Recibida de Willka Amaru Villanueva, 15 de mayo de 2008. Doña Cristina Fernández de Kirchner Nos volvemos a dirigir a Ud. con el mayor respeto por ser la jefa administrativa de la Nación Argentina, elegida democráticamente por el pueblo de esta parte del Hemisferio Sur. Estamos entristecidos por el rechazo al pedido de audiencia con usted que hiciéramos con nota de fecha 25 de febrero de 2008. Hemos recibido una carta fechada el 3 de abril de 2008 firmada por el señor Héctor Marcovecchio (Director General de Audiencias) en la que se nos comunica que Usted no podrá recibirnos debido a sus múltiples compromisos de Estado y que nuestra nota fue derivada a la Secretaría Privada del Ministerio de Desarrollo Social, domiciliado en la Avda. 9 de Julio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Reiteramos por la presente nuestro pedido de audiencia, ya que además de los asuntos anticipados brevemente en nuestra carta anterior deseamos expresarle que los “asuntos aborígenes” (o “indígenas” o “indios”) deben dejar de ser una cuestión asistencialista. Que los pueblos originarios (que no somos una “minoría étnica” en extinción) y el organismo oficial que nos representa en este momento –el INAI- no deben ser parte del Ministerio de Desarrollo Social, sino de una Subsecretaría Nacional que dependa, por ejemplo, del Ministerio del Interior. Nosotros no habíamos solicitado una audiencia con Usted para expresarle lamentaciones ni pedirle cajas de leche en polvo o planes jefes y jefas, sino para formularle en este momento de crisis una serie de propuestas que los pueblos originarios tenemos para hacerle, como ciudadanos que somos de nuestra Nación Argentina. En nuestro país, el actual, a alrededor de veinte millones de argentinos nos circula por nuestros cuerpos sangre mestiza. Esto significa que el llamado “indio”, “aborigen”, “originario”, etc. está absolutamente vivo, nada menos que en la sangre de más de la mitad de los habitantes de nuestra patria suramericana. Quizá lo parezca, pero no es un dato menor ni anecdótico y lo puede certificar la autoridad de Salud de la Nación. Recordando que el fundador del movimiento político y social de masas más trascendente de América, el General Juan Domingo Perón, también era “indio” (hijo de doña Juana Sosa, aborigen tehuelche) deseamos cerrar esta carta con un párrafo de la que un jefe Seattle de la tribu Suwamish, envió al presidente norteamericano (blanco) en 1854: “Nosotros sabemos que el hombre blanco no entiende nuestra manera de ser. Para él una porción de tierra es igual a otra porción. El es un extraño que llega de noche y extrae de la tierra todo lo que necesita. La tierra no es su hermana, es su enemiga. Y cuando ha llegado a conquistarla la abandona. El deja atrás la tumba de su padre sin remordimientos, él olvida que la tierra pertenece también a sus hijos. Tanto la tumba de su padre como los derechos de sus hijos no son respetados, señor. El trata a su madre, a su hermana, al cielo, como cosas que pueden ser compradas, saqueadas tal vez, vendidas cual ovejas o cuentas brillantes. Su apetito devorará la tierra toda, dejando tras sí solamente un enorme desierto. Wenceslao Villanueva Ricardo Acebal Comisión de Apoyo, 3er Reencuentro Internacional de Sabios Originarios de Abya Yala, Monroe 2685 1° "B" - C1428BLQ, Capital Federal, Buenos Aires - República Argentina. (Dirección solo para correspondencias), CAA, Consejo de Acontecimientos Aborígenes de Argentina. Declarado de Interés Cultural mediante Resolución 272/2001 por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Monroe 2685 1º B (1428) Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Telef. 4547-3773 o 4299-0367 o Móvil 1558229182•
Extraido de http://www.aborigenargentino.com.ar/
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