sábado, 24 de abril de 2010

NUEVAS DIFERENCIAS SOCIALES SE ACRECIENTAN

EL BAUTIZO DE LA INFANTA VANYLÚ
Nancy Azpilcueta

Ni siquiera el de la infanta Leonor, hija de los príncipes de Asturias allá por el 2006, fue un bautizo tan ostentoso como el de la infanta coahuilense Vanylú, hija del gobernador Humberto Moreira Valdez en el que, gracias al excelente trabajo que desempeña el área de comunicación social del gobierno del estado, se pusieron los ojos de buena parte de los mexicanos, al menos las miradas de quienes están atentos a la vida política del país.

Ni siquiera en las casas reales europeas se despliega tanta ostentación como la que al gobernador Humberto Moreira Valdez y a su esposa, Vanessa Guerrero, les gusta mostrar. Ya desde la boda de ambos personajes, el pueblo de Coahuila fue testigo de una suntuosidad que en el bautizo de la infanta coahuilense se repitió. Un boato inexplicable en quien se dice el “gobernador de la gente”, que no ha dejado de bailar cumbia colombiana pese a haber cambiado su visión populachera de los festejos por un lujo digno de relatarse en revistas como Hola y otras de ese mismo tipo.

Y sí, estoy consciente de que recibiré algunos cuantos comentarios en torno al mal gusto de meterse con temas familiares, que la infanta no tiene la culpa, que el bautizo es una tradición del ámbito de la vida privada, sólo que antes de que me lo digan, desde el momento en que se publican crónicas sociales en casi todos los medios gráficos coahuilenses significa que el hecho privado trascendió a la opinión pública, y por tanto como coahuilense (aún y cuando no esté residiendo en la entidad) tengo derecho a preguntar ¿Cuánto del costo del festejo bautismal correspondió al presupuesto del estado? ¿Por qué se usaron recursos públicos para “blindar” la Casa Madero de Parras, Coahuila con efectivos militares y policías estatales cuyos sueldos se pagan con recursos públicos para preservar la seguridad de los invitados? ¿Por qué en todo caso no se pagó el servicio de alguna agencia de seguridad privada con el dinero del gobernador y su esposa?... digo, porque en el bautizo de Panchito o de Pepito Pérez en cualquier ejido o colonia popular y hasta en los bautizos, bodas o XV años de la socialité mexicana, los gastos, por modestos o elevados que sean, corren por cuenta de los papás y los padrinos del festejado.

Lo peor es que he recibido toda clase de correos electrónicos en los que coahuilenses de varias ciudades y poblaciones del estado me relatan,- pidiendo no “delatar” su identidad, porque le tienen miedo al aparato estatal (¡qué terrible llegar al miedo!) la indignación que sienten por el despilfarro de recursos relacionado con un festejo que, igual que yo, consideran debería mantenerse en el círculo privado porque, también comentan, están seguros que en el festejo se usaron influencias políticas y recursos públicos para celebrar una tradición religiosa, familiar y del ámbito particular, como si se tratara de una actividad político-partidista.

Me pregunto ¿cuántos coahuilenses piensan lo mismo y no se atreven a decirlo abiertamente por considerar que, al tratarse del bautizo de la hija del gobernador se expondrían a las ya conocidas represalias que suelen aplicarse a los detractores del poder político en Coahuila?

Cuando la hija del hoy Senador panista Guillermo Anaya Llamas fue bautizada teniendo como padrino al presidente mexicano Felipe Calderón Hinojosa y su esposa, Margarita Zavala, los priístas y cortesanos del gobernador coahuilense criticaron -con todo- el festejo que se mantuvo lo más posible en el círculo de allegados de una familia de la tradicional e histórica high society lagunera; cuando el hoy embajador de México en España Jorge Zermeño Infante –adversario natural de Moreira- contrajo matrimonio con Astrid Casale, las críticas priístas también permearon fuerte en los medios de comunicación –incluido este mismo espacio- pero se desarrolló igual dentro de cierta privacidad familiar, sólo que en ese momento también se cuestionó el uso de recursos públicos para la atención y traslado de algunos invitados ¿por qué entonces lo referente al bautizo de la infanta Vanylú tendría que permanecer sin el menor cuestionamiento?

Curiosamente, unos días antes de que se publicara la crónica social de la que dan cuenta, entre otros periódicos El Diario de Coahuila, Vanguardia, El Zócalo y otros tantos, pude ver, por enésima vez dos películas que me recuerdan mucho al gobernador Humberto Moreira y sus valores personales, sin duda la zaga de El Padrino (un clásico) es una, la otra Todos los hombres del Rey. En El Padrino para Marlon Brando interpretando a Vito Corleone, su familia servía como eje de la vida y justificación de ilícitos y excesos, la familia para la mafiosa dinastía Corleone era sagrada, lo que llama la atención es la frase de Humberto Moreira: “Mi familia es lo más importante y así lo acredito todos los días como el centro de mi vida” que puede leerse en una de las páginas del Suplemento especial que, para relatar gráficamente el bautizo editó el saltillense periódico El Diario de Coahuila.

En el caso de Todos los hombres del Rey, Sean Penn, con quien tiene cierto parecido el propio Moreira, le da vida a un gobernador –William Stark- muy parecido en estilo, en forma, en fondo y en objetivo a Humberto Moreira en un estado de Louisiana pobre, olvidado y acaparado por el peso político de familias tradicionalmente ricas a las que aquel gobernador vulnera a través de sus secretos y sus deslices íntimos con chicas de la alta sociedad. Es impresionante cómo la realidad cotidiana supera largamente a la ficción literaria o cinematográfica.

Mientras veía con detalle las fotografías, los detalles, el derroche me quedó muy claro cómo en México –donde la Constitución prohíbe tajantemente los títulos nobiliarios- hoy la nueva “realeza” es la que conforman los nuevos ricos que en muchos casos son producto de la política, y comparaba también las crónicas de algunos bautizo reales, como el de la infanta Doña Leonor, del que la afamada revista española Hola decía...
FUENTE: http://www.facebook.com/l/03cc9;www.razonesdeser.com/vernota.asp?d=22&m=4&a=2010&notaid=69704

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