miércoles, 22 de abril de 2009

Canje con China

El swap de monedas con China
Por Alfredo Zaiat El Banco Central de la República Argentina (BCRA) formalizó con el Banco Popular de China el acuerdo de canje (swap) de monedas de ambos países, por un monto equivalente a algo más de 10.000 millones de dólares. A través de un comunicado de prensa conjunto se precisa que el acuerdo contingente 'involucra un monto de 70.000 millones de yuanes/38.000 millones de pesos' por un plazo de tres años y que éste podrá extenderse a partir de un nuevo entendimiento entre las partes.
Un swap es una permuta financiera. Un acuerdo privado entre dos partes para el intercambio de flujos futuros conforme a reglas preestablecidas. El swap más comúnmente extendido es realizado sobre tasas de interés, pero con la crisis global ha prevalecido en los últimos meses la operación sobre divisas. Este tipo de swap nació en la década del cincuenta. En este swap hay dos agentes que quieren financiarse en diferentes monedas. Permite el intercambio de capital en moneda doméstica y pagos de intereses. En tiempos de una economía globalizada es posible realizar este tipo de operaciones de forma rápida y eficaz, pudiendo ser los agentes, empresas y bancos que operan en diferentes países, y un banco o institución financiera como intermediario para formalizar el contrato swap y los diferentes pagos.
En esta operación los involucrados son los bancos centrales. El documento del acuerdo entre Argentina y China remarca que el canje de monedas no podrá ser utilizado 'con otro destino que no sea el fortalecimiento de las condiciones financieras en las respectivas economías'. En el caso de que Argentina decida ejercer la opción de canje, los yuanes no formarán parte de las reservas internacionales del BCRA, pero podrán ser, eventualmente, utilizados para efectivizar operaciones financieras con contrapartes que requieran estas divisas. Así el Central cuenta con una herramienta monetario­financiera inmediata para amortiguar el impacto de la crisis global. El Gobierno podrá utilizarla como una alternativa para aliviar la carga de los pagos de vencimientos de deuda de los próximos años.Las primeras reacciones estuvieron vinculadas con el frente comercial por el temor industrial de que ese acuerdo pueda servir como vehículo para facilitar la penetración de productos de fabricación china en el mercado doméstico. Por motivos que hacen a su propia estrategia geopolítica de expansión de su influencia en el mundo, China brinda esa asistencia financiera a la Argentina. El acuerdo monetario-financiero con el Banco Popular de China no incluye condicionalidades para la política económica doméstica.
Los puntos principales son los siguientes:
El swap de monedas entre el BCRA y el Banco Popular de China consiste en un acuerdo contingente para que ambas instituciones dispongan de liquidez en la moneda del otro país.
Es contingente porque las transacciones (provisión de fondos en la moneda del otro país) se efectúan sólo cuando son necesarias. El acuerdo permite tener disponibles esos recursos sin la obligación de utilizarlos.
En caso de aplicarlos, se debe abonar una tasa de interés a convenir para cada moneda. Ninguna parte paga un costo mientras esos fondos no son utilizados. La estimación del Central es que hoy debería pagar 5­6 por ciento anual en yuanes por recibir esos fondos.
A partir de la crisis global y la volatilidad en los mercados, se han celebrado varios acuerdos de este tipo entre diversas bancas centrales. Se concretaron entre países desarrollados: la Reserva Federal con el Banco Central Europeo, el Banco Central de Japón, entre otros. La Fed también instrumentó operaciones similares con países emergentes (Brasil, México, Corea y Singapur). México ya recibió 4 mil millones de dólares de un acuerdo total por 30 mil con la Fed. El Banco Popular de China lo implementó con sus pares de Corea, Malasia e Indonesia, entre otros.
En términos prácticos, los swap de monedas están dirigidos a brindar liquidez contingente en la moneda del otro país, incrementado así la capacidad potencial de cada banca central para hacer frente al escenario global de fuerte volatilidad financiera.
Los swap son operatorias eminentemente financieras y sólo en algún caso, de países con una muy alta complementación regional, se han incluido menciones a la posibilidad de que el acuerdo tenga repercusiones en los sistemas de pago ligados al comercio.
Pero en todos los casos, y más allá de las distintas expresiones que se utilizan en cada acuerdo, el objetivo principal es enfrentar la volatilidad financiera.
En el caso del acuerdo alcanzado entre el BCRA y el Banco Popular de China, el objetivo es similar. De hecho, el texto del convenio comienza con la frase 'for the purpose of enhancing financial conditions'. La 'mejora' o 'fortalecimiento' de las condiciones financieras hace clara referencia a la búsqueda de la estabilidad en ese frente.
Esta operatoria es diferente de la dispuesta para facilitar el comercio bilateral con Brasil.
El régimen con Brasil consiste en el establecimiento de un sistema de pagos bilateral entre ambos países, mientras que este convenio no hace mención a ningún mecanismo para las transacciones de comercio exterior con China.
En Argentina funciona el Mercado único y Libre de Cambios (MULC) que posee como rasgos distintivos un tipo de cambio libre y un registro de operaciones. En este mercado sólo operan las entidades que cumplan con las normas que dicta el Banco Central y todos los movimientos de fondos con el exterior deben pasar por el mismo. Sólo se aceptan transacciones en monedas locales en exportaciones e importaciones con Brasil dado que existe un marco legal específico de facilitación del comercio bilateral.
No se definió un Comité Bilateral de Comercio, como el que acordaron las bancas centrales de China e Indonesia en su convenio de swap de monedas. China lo había propuesto en la negociación con el BCRA, iniciativa que fue rechazada y, por lo tanto, quedó fuera del swap.
Para la Argentina este acuerdo es relevante porque pone a disposición un monto muy significativo de una moneda que cada vez adquiere un rol más relevante en el mundo. Los yuanes no formarán parte de las reservas internacionales del BCRA, pero podrán ser utilizados para realizar operaciones financieras con contrapartes que necesiten dólares.
De hecho, en Hong Kong, Nueva York y Londres existe un mercado de intercambio entre el yuan y otras monedas como el dólar, el euro y el yen.
Los bancos JP Morgan, Merrill Lynch-Bank of America y el Citigroup ya le propusieron al Gobierno estructurar esa operación de canje de yuanes por dólares en caso que el Banco Central acepte las condiciones presentadas.
sas entidades estadounidenses eludirían el riesgo argentino puesto que sólo actuarían de intermediarios en el canje de yuanes por dólares cobrando una comisión.
En el BCRA piensan que el swap con el Banco Popular de China abrirá otras vías similares de financiamiento.

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