En el discurso inaugural de la Cumbre de Presidentes del MERCOSUR 2012 que se lleva a cabo en Mendoza, la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner aseguró que nuestro país no aplicará ni dispondrá sanciones económicas a Paraguay, luego de que ese Estado destituyera a su mandatario, Fernando Lugo.
La Presidenta argentina, como anfitriona de la XLIII Cumbre de Jefes y Jefas de Estado del MERCOSUR y Estados Asociados que se realiza en Mendoza y de la que participan sus pares de Brasil, Dilma Rousseff; de Uruguay, José Mujica; de Bolivia, Evo Morales; de Chile, Sebastián Piñera; de Ecuador, Sebastián Correa; el mandatario de Suriname, Dési Bouterse, entre otros funcionarios de la región, señaló que “la posición de nuestro país es no tomar sanciones económicas contra Paraguay".
En su alocución, la primera mandataria argentina comenzó la reunión refiriéndose a la ruptura del orden democrático en Paraguay. Dejó claramente asentado que “esta observación que hemos hecho no es una calificación caprichosa” y que “hay muchísimos hermanos de Paraguay que viven y trabajan en nuestro país hace años, como en toda la comunidad sudamericana”.
En este sentido, Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que "es posición argentina no adoptar ninguna sanción económica que perjudique al pueblo paraguayo”, al tiempo que precisó: "Todos los pueblos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) hemos condenado las sanciones económicas. No creemos en ellas porque nunca las pagan los gobiernos, siempre las pagan los pueblos".
La Presidenta argentina definió al proceso judicial al que fue sometido el ex jefe de Estado paraguayo, Fernando Lugo, como "una parodia de juicio político" y enfatizó que "no hay juicio en el mundo que dure dos horas y que no tenga posibilidad de defensa".
En la misma línea argumentativa, la Mandataria recordó, a modo de ejemplo, el juicio político a jueces de la Corte Suprema de Justicia en 2003, que duró meses, y por el que terminó destituido Eduardo Moliné O'Connor.
Finalmente, la Presidenta destacó la importancia de mantener a la región unida y mancomunada y señaló que estos hechos ponen a prueba “si somos capaces de seguir sosteniendo la legalidad y la legitimidad”, para que “no se instalen los golpes suaves, que bajo la pátina de la legalidad provocan el resquebrajamiento de la institucionalidad".
En su alocución, la primera mandataria argentina comenzó la reunión refiriéndose a la ruptura del orden democrático en Paraguay. Dejó claramente asentado que “esta observación que hemos hecho no es una calificación caprichosa” y que “hay muchísimos hermanos de Paraguay que viven y trabajan en nuestro país hace años, como en toda la comunidad sudamericana”.
En este sentido, Cristina Fernández de Kirchner sostuvo que "es posición argentina no adoptar ninguna sanción económica que perjudique al pueblo paraguayo”, al tiempo que precisó: "Todos los pueblos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) hemos condenado las sanciones económicas. No creemos en ellas porque nunca las pagan los gobiernos, siempre las pagan los pueblos".
La Presidenta argentina definió al proceso judicial al que fue sometido el ex jefe de Estado paraguayo, Fernando Lugo, como "una parodia de juicio político" y enfatizó que "no hay juicio en el mundo que dure dos horas y que no tenga posibilidad de defensa".
En la misma línea argumentativa, la Mandataria recordó, a modo de ejemplo, el juicio político a jueces de la Corte Suprema de Justicia en 2003, que duró meses, y por el que terminó destituido Eduardo Moliné O'Connor.
Finalmente, la Presidenta destacó la importancia de mantener a la región unida y mancomunada y señaló que estos hechos ponen a prueba “si somos capaces de seguir sosteniendo la legalidad y la legitimidad”, para que “no se instalen los golpes suaves, que bajo la pátina de la legalidad provocan el resquebrajamiento de la institucionalidad".
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