sábado, 16 de junio de 2012

Cristina Kirchner: la solución al conflicto por Malvinas es "un desafío" a "todos los países"


La presidenta Cristina Kirchner afirmó hoy que la solución al conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas es un desafío a los organismos multilaterales y a todas las naciones, pues permitirá dejar definitivamente atrás el colonialismo y construir el nuevo mundo que todos merecemos".

“Lo único que pretendemos –definió- es dejar atrás esta historia de colonialismo anacrónico  y construir una nueva historia en base al diálogo” y se preguntó si “puede alguien en el mundo contemporáneo negarse a dialogar y luego querer convertirse en adalid de los derechos humanos de las libertades del mundo civilizado, occidental y cristiano”.
La Presidenta, quien expuso ante el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, en Nueva York, afirmó que “la Argentina está abierta a la negociación” con Gran Bretaña, que de tener un buen cauce permitirá “que ambos países destraben muchas cosas, y permitirá asociaciones beneficiosas para el conjunto de América del Sur y para el Mundo”.
“Detenernos en las Malvinas sólo como cuestión bilateral territorial de soberanía –sostuvo Cristina Kirchner- es achicar el caso, que es un desafío a nosotros mismos, a los organismos multilaterales, a los Gobiernos, para que sean capaces de superar los prejuicios, los ‘cliches’ de lo que ya no es, que ya no volverá a ser, porque el mundo ha cambiado y hay nuevos protagonistas”.
 La Primera Mandataria también advirtió que el mundo actual “tiene muchos problemas porque los organismos multilaterales como las Naciones Unidas, y esto no es culpa de las Naciones Unidas, tienen diferentes estándares: si uno es miembro permanente del Consejo de Seguridad, puede respetar o no respetar una resolución de la ONU, pero si uno no es miembro de ese Consejo y si no respeta alguna resolución o viola los derechos humanos en países sin petróleo, no pasa nada” porque sólo hay reclamos cuando esas violaciones se producen en naciones “con petróleo”.
Afirmó que “el hecho de que el Reino Unido no respete la resolución de la ONU va más allá de una cuestión bilateral con la Argentina, afecta también al orden global, a la posibilidad de tener un mundo más justo, más equitativo , más igualitario, un mundo que está cambiando” por lo que estimó que cuestiones como la de Malvinas “van a ser resueltas más temprano que tarde porque es necesario recuperar no solamente la cordura, sino los instrumentos que nos permitan vivir en un orden civilizado en el que cada uno sepa a qué atenerse”.
 Consideró que ante la inequidad e injusticia que se verifica en distintas partes del mundo,  en materia económica, “tal vez lo que no logre la política, finalmente lo termine logrando la economía, porque habrá un mundo diferente” en el cual no se podrá “seguir aferrando a posiciones que surgieron en el siglo XIX”.
Cuestionó duramente la actitud del gobierno británico que hoy hizo ondear en la residencia del Primer Ministro en Londres la bandera de las islas Malvinas  y dijo que sintió “vergüenza porque las guerras no se festejan ni se conmemoran”.
“Por qué nos denostan a nosotros, que no tuvimos nada que ver con esa dictadura” que generó la guerra por las Malvinas cuando “fuimos férreos opositores y víctimas” de ese régimen.
Los argentinos “sólo integramos misiones militares de paz en todo el mundo: no nos van a encontrar en Irak ni en Afganistan, y si de referéndum se trata, por qué no van también a esos dos países a ver qué piensan de lo que están haciendo”, preguntó la Presidenta.
Al fundamentar la necesidad de “reanudar” las negociaciones con Gran Bretaña por la soberanía sobre las Islas, la Presidenta recordó los documentos secretos firmados entre el entonces presidente Juan Domingo Perón y el gobierno británico en negociaciones iniciadas en junio de 1974.
En aquellas conversaciones,  el representante inglés, el embajador James Hutton, y el canciller argentino Alberto Vignes, intercambiaron documentos en los cuales se acercaba un acuerdo para un “condominio” de las islas compartido por Argentina y Gran Bretaña, negociaciones que avanzaban con éxito hasta que resultaron abortadas por el golpe de Estado en argentina del 24 de marzo de 1976.
Esa negociación, subrayó la Presidenta, “implicaba por parte del Reino Unido el reconocimiento de que hay una cuestión litigiosa en materia de soberanía, porque si no, por qué razón el Gobierno del Reino Unido, a través de su embajador, envía secretamente este papel al canciller Vignes para ser tratado por Perón, y Perón lo contesta”.

No hay comentarios: