jueves, 30 de octubre de 2008

AFJP: En Chile se caen y pueden nacionalizarlas como en Argentina

29 de octubre de 2008
Los fondos de pensiones chilenos: de la crisis al drama

EFE
Desde Chile se ha visto con cautela la polémica decisión del gobierno argentino de nacionalizar las AFPJs.
Paul WalderSantiago, Chile
Hacia el comienzo de la última semana de octubre los fondos de pensiones de los trabajadores chilenos habían continuado su desfonde. En los distintos mercados e instrumentos financieros, colocados en diferentes plazas bursátiles y mercantiles, estos fondos habían perdido más de 32 mil millones de dólares, o un 26 por ciento respecto al volumen que tenían en julio del año pasado, período cuando emerge la crisis de las subprimes. Una merma gigantesca, que al menudeo se ve mucho peor: el fondo A, que coloca el total del capital en acciones, se redujo en un 41 por ciento, y el B, con una alta proporción de sus recursos también en renta variable, cayó un 32 por ciento. Incluso el fondo E, de renta fija, también tuvo una merma: en el periodo bajó 0,58 por ciento.
El drama para los futuros jubilados chilenos es aún mayor y también más extenso. Una mayoría de los afiliados ha colocado sus ahorros en los fondos riesgosos y en los muy riesgosos. Más del 40 por ciento está en las carteras A y B, en tanto ni el cinco por ciento en la E. Un riesgo que no cesa. Suma y sigue. Cada día que caen las bolsas mundiales ¿así fue la semana del 20 al 24 de octubre y así ha comenzado la semana del 27- aumentan las pérdidas.
Desde antes de la crisis ya eran conocidas las grandes falencias del sistema, lo que llevó al gobierno de Michelle Bachelet a realizar su reforma previsional, que otorga un subsidio a todos quienes no logren reunir la cantidad suficiente para una pensión mínima. El economista Marcel Claude nos recuerda los otros grandes males del sistema. "Cerca de un 60 por ciento de lo trabajadores no tiene al día sus cotizaciones debido a la precariedad del empleo en Chile. Esto contribuye a que casi el 50 por ciento de los trabajadores no alcanzará a autofinanciar su pensión, equivalente al mínimo garantizado. Y, en muy corto plazo, el Estado deberá subsidiar más de la mitad de las pensiones". Si ya antes de la crisis el modelo no lograba cumplir con el objetivo de otorgar una pensión digna -que permita al jubilado mantener su nivel previo de vida o no bajarlo de forma violenta- , la crisis ha convertido el problema en un drama.
El economista Manuel Riesco, de Cenda, es uno de los mayores expertos en la materia. Y es también uno de sus mayores críticos. Desde hace más de una década ha venido siguiendo el deterioro de los fondos y alertando a las autoridades. Poco se le ha escuchado. Menos se le ha atendido.
Sobre la base de datos de la Superintendencia de AFPs, se puede observar que desde el 25 de julio del año pasado al 23 de octubre del 2008 todas las administradoras han perdido. Y mucho. Capital inicia la merma, con una resta del 28 por ciento. Le sigue Planvital, con menos 26 por ciento; Provida, con un retroceso del 24,2, Cuprum, con menos 23 y Habitat, con una caída del 22 por ciento. Un desplome de los fondos que también ¿y cómo si no- tendrá sus efectos en las utilidades de las administradoras. El lunes pasado el presidente de la Asociación de AFPs, Guillermo Arthur, quien fuera ministro del Trabajo durante la dictadura de Augusto Pinochet, les explicó a los corresponsales que sus empresas representadas tendrán "muy malos resultados" debido a las pérdidas de los fondos. "Los balances de las AFPs este año desgraciadamente van a ser muy malos, porque vamos a seguir la misma suerte de los fondos", explicó.
El gobierno pide calma. "Los fondos están a buen resguardo", dijo la semana pasada el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, llamado que ha enfurecido a no pocos ciudadanos, entre ellos a Riesco. El economista comentó a Terra que eso no es verdad. "Evidentemente no están a buen recaudo fondos que desde el inicio de la crisis y hasta el 20 de octubre del 2008 han reconocido pérdidas reales de 16 billones de pesos, que equivalen a -26% del fondo total".
En su blog, Riesco también escribió: "El Ministro debe explicarles a los ahorrantes del fondo A, que a agosto eran 1,3 millones de personas, cómo es posible que fondos tan bien resguardados hayan perdido un 40,58% de su valor en pocos meses. Algunos afiliados de mayores ingresos han perdido ¡40, 60 y en algunos casos más de 80 millones! ¿Qué laya de resguardo es esa? Debe explicar a los 3,7 millones de personas que tienen sus ahorros en el fondo B qué tan bueno es este resguardo que en un año les ha hecho perder -31,22% de sus fondos".
Ante el recorte de las futuras pensiones, las autoridades diversas sólo reiteran el llamado a la calma. A no hacer nada. Han sugerido en numerosas ocasiones que nadie se cambie de fondo y como argumento apunta hacia el tiempo, el largo plazo. Como el avestruz, que esconde ante el peligro la cabeza en un agujero, comenta con ironía y molestia Riesco.
Porque el malestar crece. Hay grupos de afiliados que han presentado demandas ante los tribunales de justicia contra las AFPs por la mala administración de sus ahorros, querellas que ha apoyado el senador socialista Alejandro Navarro. El problema es tan grave, ha dicho el senador, que "quienes estaban pensando en jubilar este año o el próximo, claramente no lo harán, y deberán trabajar 8 ó 10 años más para recuperar la plata".
Pero aún más grave, según Navarro, ha sido la reacción del gobierno y de las AFPs. "Desde hace más de un año se venía advirtiendo sobre lo que iba a pasar y no se hizo nada para proteger estos importantes recursos. Por eso, cuando en Estados Unidos y Europa lo que vemos es una activa intervención del Estado en bancos y empresas, nosotros demandamos la misma actitud de nuestras autoridades respecto de este tema".
Cuando el gobierno argentino nacionalizó los AFPJs, -que a diferencia de Chile sólo administran la mitad de las jubilaciones- la reacción en Chile fue de un rechazo total: desde el gobierno, las autoridades económicas a los ejecutivos de las AFPs condenaron la decisión.
Se rechaza esa posibilidad, pero no se ha propuesto una solución. Y se caldean los ánimos. Este lunes los trabajadores de la salud agrupados en Confenats llamaron a copar las calles y manifestarse frente a las administradoras. Un llamado que trasciende a sus afiliados y toca al universo completo de los trabajadores chilenos, que se eleva a más de seis millones de personas.

Terra Magazine

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